Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
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"Huerto contra el estrés... Muchas personas hoy en día se relajan trabajando una pequeña parcela, escapando de la ciudad a su pequeño trozo de tierra...

A mí, por ejemplo, cuando vengo y voy al prao, se me olvida todo. Uno viene al huerto, se relaja y además termina llevándose para casa sus propios tomates o sus lechugas, lo que es muy satisfactorio"
(Cristina Roces
).

El güerto y la güerta de güela y güilu (más bien de la güela, casi siempre): el huerto, la huerta, los huertos didácticos -que se dicen ahora

0. Anotación previa: toda una actividad imprescindible, aún en estos tiempos

Pues el güerto, la güerta, tienen sus raíces milenarias en aquella vida de recolectores, fructívoros, arborícolas, predadores..., que leemos en los libros; pues los árboles frutales, los cereales silvestres, los animales..., nos llevan haciendo posible la vida en las montañas o junto al mar, desde hace millones de años. Y, en especial, desde que los humanos se fueron asentando en unos espacios más cultivables, allá por el neolítico arriba.

Con una observación previa: por supuesto que el güerto no es igual que la güerta; por aquello de género dimensional: en femenino, casi siempre mayor que en el masculino correspondiente; el güerto, más pequeñu, junto a casa, para unos pocos productos; la güerta, bastante mayor, más hacia la salida del pueblu, para el resto de productos todo el año; en cada época se van cosechando los frutos de temporada, desde la primavera al invierno.

Porque la tierra puede producir lo suficiente para cada geografía concreta, si se sabe atender: frutos, aguas, madera, piedra, abonos, cobijo, caza, leña para el fuego... Sólo hace falta usarla en su medida, escuchando a los nativos: predar no es depredar; usar y dejar para otros, reutilizar, respetar, reparar, compartir... Lo demás es depredar, contaminar, envenenar...

Una tierra que disfrutamos mejor con los cinco sentidos:

Pues ese trabajo, el disfrute con la tierra en que vivimos a diario, es alimento de la mente también: nos proporciona ejercicio fífico, ejercicio de la memoria, concentración en lo que hacemos o proyectamos hacer, relajación... Y, sobre todo, el placer de los cinco sentidos cuando estamos concentrados: el canto de los paxarinos en primavera -la música del paisaje-; el aroma de las flores o los frutos en verano; la vista de tantos bichitos por la güerta (caracoles, grillos, mariposas, formigas, saltamontes...); el tacto suave en la recogida d elos frutos.

Y, por supuesto, el placer de saborear los mismos frutos que cogemos directamente de los árboles: piescos, cerezas, nisos, fresas, melocotones... Todos los sentidos -físicos y síquicos- en un trozo de terreno que, igual, ya vienen trabayando los güelos y las güelas desde hace cientos o miles de años en el mismu sitiu del pueblu. Homenaje doblado por nosotros, cuando seguimos con las mismas fesorias; o con otras ferramientas parecidas, que nun metan munchu ruyíu, si acasu....

O, lo que es lo mismo, la ecología al completo:

Pues el trabajo y el producto de la tierra inmediata puede estar al alcance de cuaqluiera, si nos lo proponemos en serio; en zona rural o urbana, lo mismo da, pues a la vista y al uso están los huertos urbanos, las terrazas domésticas, los productos km cero...; y para ello, seguir aprendiendo del medio desde bien pequeños hasta bien mayorinos o mayorinas ya: la güerta como hortoterapia mejor, que dice también la palabrina en estos tiempos.

O los huertos escolares, el huerto educativo, la hortoterapia, la horticultura..., con tantos términos que se llevan ahora; simplemente, la actitud positiva de aprender del suelo lo que acabamos de oir en el aula, en clase de Ciencias Naturales, Botánica, Geografía, Química, Música, Historia, Lengua, Tecnología...

Toda una enciclopedia de muchas páginas cuando cultivamos conscientes un trozo cualquiera de la güerta, con todo un paisaje del pueblo circundante. Eso sí, cuando vamos leyendo el paisaje con todos los sentidos y sentimientos que nos fueron trasmitiendo los que antes llevan viviendo en el pueblu durante muchas generaciones. Pues a ellos y a ellas hay que escucharlos también para seguir aprendiendo.

Pues, en definitiva, la ecología, la de verdad, la que no lleva -ismos... -que dice la palabra- fue y sigue siendo, simplemente, ya desde los griegos, la utilización, razonable del medio, del lugar que habitamos. Y que debemos seguir dejando habitable para los que vengan detrás...

Todo un proceso, muy sencillo, por tanto:

Seguir la tierra en herencia, roturar un suelo nuevo, reciclar los residuos y desechos en un montón, cola de caballo y ortigas pal pulgón...; y fesoria, carretillo, regaera y gimnasia gratis a cualquier hora...

Sólo una objeción: la tierra producirá menos, los productos serán más pequeños, habrá que semar lo que pida la temporada, el tipo de suelu, la posición de los sembrados, su orientación en la ladera...

Así se puede asegurar algo sin más fertlizantes ni añadidos; a todo más, los consabidos de las hortigas, la cola caballo, la ceniza, el serrín pa los chimiacos y caracoles...; pues de vez en cuando alguna plaga acaba con las berzas, los tomates... O se plantan otra vez, o se planta otra cosa...

Pues, desde el Neolítico al milenium, siempre más o menos, pendientes de la tierra, del agua, del sol, del aire...

Algunos productos más sostenibles van apareciendo en la agricultura ecológica reciente para controlar en parte hongos y plagas. Pero, sobre todo, habrá que seguir los ciclos y las técnicas que sirvieron a los nativos en sus respectivos espacios, junto al mar o la montaña, desde el neolítico al dosmil..

Porque, en definitiva, "En cada tierra, su uso; y en cada rueca, su fuso..."

Las primeras lechugas fueya roble, las más sabrosas, suaves, relucientes...

Foto: la canciecha de maera, fecha con tornos, sin punta alguna, todo de maera, con cibiechas...

1. En primavera: los bichos que se van moviendo, los primeros frutos tras el invierno, las flores de las esperas...

el diseño temprano de los cuadros, los senderos, la rotación de los espacios, pa nun repetir simientes nin sembraos; los cuartos de la tsuna al menguante y al creciente...

     
 

el patatal tempranu: con la esperanza de que nun yos-entre el mildium, y similares...

     
 

sin olvidar los comensales ente las lechugas, las berzas...; los caracoles que mandan a su gusto, vamos: como trabayan de nuiche...

 

con la primavera
ya a rebosar
entre las rosas,
las acelgas,
las berzas
que nun espigaron
todavía.
Menos mal...

     
 

a sus anchas,
el perrín de dios,
merendando pulgones
sobre las acelgas,
pero con el detalle:
la formiga intentando el ataque por detrás...

las conocidas, y cada año menos frecuenets, mariquitas: el perrín de dios; el mejor remedio contra el pulgón, el más ecolóxicu;
nun dexan ún vivu...

 

y hasta algún grillo o grilla podemos escuchar con suerte, en estos tiempos: los abonos químicos sin control, los insecticidas a discreción...; y la xente nun se convence, nun lo ve entavía, por muncho que yos-lo expliques...

 

alguna mariposa podemos asegurar algo más, siquiera: por supuesto, donde no llegue el insecticida, el aerosol y demás frasquinos envenenaos

     
 

mientras sigan trabayando las abeyas; y mientras siga habiendo abeyas, por supuestu...; ellas tamién saben de tantos frasquinos, caprichitos y aerosoles...

   
 
 

casi un milagru, contemplar de lejos un nial con güevos: y de bien lejos, sin acercarse siquiera y sin que se dé cuenta la paxarina que tamos mirando...

   
 
 

los mismo que cuando escuchemos piar ya los paxarinos: el zoom de la cámara a muchos metros, y disimulando más entavía...

   
 
 

pues la paxarina siempre andará cerca, aunque esté canatando en algún garrapitu, por disimular también

   
 
 

con la grata visita de algún gatín de vez en cuando, por si algún ratón se atreviera a fozar más de la cuenta: la ecología al completo, como en sus mejores tiempos gatunos

   
 
 

o el lagartu verde, tomando el sol del mediudía ente los palos y maeros de la xebe: pero sin acercarse tampoco demasiado, por supuestu; y por si acasu...

     
 

hasta algún cuscurpín -erizu, puercuspinu- tenemos suerte de avistar algún día, si acasu... (nun ye fácil nestos tiempos)

   
 
 

las vecinas del prau siguiente: madre y los fiyos, fías..., los de la comunidá entera..., será la güela la familia

     
 

siempre con la esperanza otoñal de los manzanales floríos: unos, más tempranos; otros, más serondos; pero siempre las rainetas, las de mingán, las manzanas de furruñu, las cristalinas...

 

pues de las flores saldrán las manzanas más tempranas, las más blandas o hasta fariñosas...; las más crujientes, las más duraderas por ser más duras y más tardías...

2. En verano: se van viendo los resultados, comprobando los sabores, los aromas de las yerbas culinarias, medicinales...; el tacto del arbolado

 

después los brunos, los tirabolanos...

  los tirabeques más tempranos:
los arveyos pa comer en vainas,
muy suaves, con pocu granu
(nun los comen los páxaros)
     
  nisos primeros: ya por mayo bien al final, empiezan algunos frutales, si las xelás no los castigaron demasido por marzo y abril arriba...; vendrán
   
 

pimientos de Padrón: de los que uns pican e outros, non; que son bien abundantes, de xunio a diciembre, si nun se adelantan demasiao las xelás

   
 

los calabacinos: nun son grandes, y con la sequía, menos, pero valen a toas horas: en pisto, en puré, a la plancha...

   
 

con las flores que rodean la güerta al sabor de las abeyas y abeyones...; y que animan el alma en los días más engurrionaos ente la nublina per Sanxuán arriba...

   
 

y van llegando los piescos primeros, allá por finales de agosto: los de la pepita colorá, que bien despega de la carne

   
 

como resultan imprescindibles las otras flores de la casa y la cocina: lavanda, oríegano, salvia, romero, las diversas mentas, la hortelana...

Y, por supuesto, las lechugas, las berzas, las cebotsas, los ayos, las acelgas, remolachas colorás, grelos, patatas, tomates, espinacas, coliflor, alcachofas, pirrixil... Depende de la época: ca cosa, nel so tiempu; y lo que dé la tierra, según tsueva más o menos, según las xelás y envesnás a destiempu... ¡Qué se va facer! Pero, siempre hay algo que tsevar pa casa en cistu: lo poco siempre ta asegurao. Y que nun falte... -que decía mio güela.

3. En otoño: se van calculando las maureras, las mermeladas, los enlatados, los congelados...

las manzanas más seruendas, las más duras para el invierno arriba; como las de ferruñu, las rainetas, las muxinas, las de mingán, las caruezas...

     
 

y el traztor de mano, porque, a poder ser, na güerta, royíos, los del vientu ente las ramas; soníos, los de las xarricas, los raitanes y las raitanas al acecho tras la fesoria también, por si alguna meruca, larva cualquiera saliera a flote...

     
 

con muchos tipos de fesorias, según para cada cosa: la de aparar (roturar el terreno por primera vez), la de rescavar, la de semar, la de satsar, arriandar...

     
 

Y el carretillu, a veces, cargáu de lechugas..., con el permisu de los caracoles, por supuestu

     
 

Como con las grosellas, las frambuesas...: si nun andas listu, nun llegan ni a maurecer; los páxaros son más listos, pues tienen el día enteru pa vixilar

     
 

o las cebotsas que se van colgando a secar en riestras o manoxos pal añu arriba; y con el cuidao de quitalas al menguante, claro...

     
  y los más que sabrosos piescos de toas clases durante meses: más o menos tempranos, los coloraos, los más blancos, los que mejor suelten la pìedra, los más tardíos...
     
  los peladiellos más finos:
los piescos, pero sin pelusa,
ede piel muy fina,
que no dan dentera;
a punto de extinguirse el árbol,
por falta de cultivo,
semar las pepitas, trasplantar,
insertar, si acasu...
     
  las calabazas en flor:
hoja más redondeada
que en los calabacinos
     
 

ya casi maúra la calabaza

4. En invierno: el tiempu del composteru, los borrones de las ramas más gruesas, la quema de las plantas más invasivas...; el aprovechamiento de las cenizas -los borrones- para suavizar la tierra con ayuda de las nieves..., cuando llegan, claro...

Pues vamos llegando al invierno, que algo empezará a sostsar de nuevo: las ablanares, las nisales...

Pero, si se cumple'l refrán...: "niebla decembrina, nieve a la petrina"

los rastrones, los retoños primeros de las ablanares, aún en los días más cortos de las nieves por diciembre, enero...

   
 
 

el composteru: el verdadero motor del suelo, los residuos vegetales que van moviendo las raíces y la savia todo el año.

   
 
 

la xarriquina ente la nieve: la vida dura pa los paxarinos tamién

   
 
 

¡probe gorrión, que tará pensando: cuándo llegará la primavera, pe lo menos, pa poder cantar con más gracia!

     
 

pero con las manzanascristalinas -las más duras- que aseguran el almuerzu al malvís, aún los peores días de nieve: las manzanas
que resisten en el árbol
hasta febrero arriba

     
  on los arbolinos en tiestu, a la espera de ser trasplantaos per febrero arriba, camín de la primavera ya
   
 
 

tomando el sol:
madre y fía

... hasta que las chovas desciendan de los altos, anunciando nieve segura: dicen en los pueblos que
"onde se posen las chovas,
cúbrelo la nieve"
(por lo menos, en aquellos tiempos de inviernos bastante más cuerdos..., claro)

Chovas glayando nel cielo,
con panza burro,
nieve seguro...

... y a la espera de que vuelva a florecer
la primavera otra vez

“Despiértenme las aves
con su cantar süave no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
quien al ajeno arbitrio está atenido [....]

Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto [....]

El aire el huerto orea,
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso ruïdo,
que del oro y del cetro pone olvido [....]

A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada
me baste, y la vajilla
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada” [....]

(Fray Luis de León)


Foto: los pimientos de Padrón, que se dan bien en nuestras montañas

Anexos:

A) Algunos refranes más específicos de la güerta, las épocas de sembrar...

B) con algunas frases más pa terminar la xornada

  • "Aunque supiese que mañana se acabaría el mundo, yo igual plantaría mi manzano" (Martin Luther King).

  • "El abandono de la actividad campesina en lugares manejados por el hombre durante siglos es tan perjudicial para la conservación de la naturaleza como la propia expansión urbana" (Jaime Izquierdo)

  • "El huerto ecológico permite... el desarrollo de la creatividad..., crear espacios de cultivo con la máxima biodiversidad posible" (Mariano Bueno).

  • "El mejor fertilizante para un jardín es la sombra del jardinero " (proverbio inglés).

  • "En la naturaleza, los niños encuentran la libertad, la fantasía y la distancia a veces necesaria del mundo de los adultos" (Richard Louv)

  • "Hace más de dos mil años, los taoístas chinos crearon huertos e inventaron invernaderos para mejorar la salud humana. " (Richard Louv).

  • “La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre” (Cicerón).

  • La cocina localívora tiene por objetivo los alimentos frescos locales... que tienen muchas ventajas: se consumen en su punto óptimo de maduración, favorecen la economía regional y evitan despilfarros de energía" (Laura Kohan)

  • "Mira bien tu aldea y serás universal" (Leon Tolstoy)

Ver otras frases del güerto:
horticultura, hortoterapia...

C) Y con la anécdota de Jacinto Benavente: ¿Descansando o trabajando...?

Cuenta la anécdota que estaba Jacinto Benavente trabajando en su huerto, pasó una señora y le saludó amablemenmte:

-Buenos días, Don Jacinto, veo que está Ud. trabajando...

Y Benavente le respondió:

No, estoy descansando...

Ya por la tarde, pasó por su casa y lo vio escribiendo relajado en su despacho, y le volvió a saludar de nuevo.

-Buenas tardes, don Jacinto, veo que está Ud descansando:

-No, ahora estoy trabajando - le repondió el escritor".

En fin:

"Que la semilla se convierta en árbol.
Que el huevo se convierta en pájaro.
Que el silencio se convierta en canto.
Que la vida se convierta en un milagro.
Que la fortaleza supere cualquier obstáculo.
Que la dificultad nos sirva para volar más alto.

Que toda experiencia se convierta en un regalo.
Que el Arte sea medicina para todo ser humano.
Que la naturaleza sea la bandera de todo hombre sabio.
Que cada amanecer sea lo que es, un espectáculo.
Que todos encuentren a su espíritu olvidado.
Que la Tierra se convierta en lo soñado".

- Arnau de Tera -


Hasta que llegó la nieve en diciembre, y casi todo queda blanco por un tiempu: como ya venían anunciando los cuervos y las garachas.