Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
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Yten acordaron que para hacer sestaferias,
los Regidores toquen la campana
en la forma acostumbrada
y el que no asistiese le multen
en dos cuartillos de vino por la primera
después doblando si faltase a otra u otras
sin perjuicio de tener que componer
el escuadron donde se lo dejaron

(Ordenanzas de Peḷḷuno, Ayer)

"El paisaxe solidariu:
llésicu y toponimia comuñera
"
(texto completo en PDF).
Xulio Concepción Suárez

Publicado, en parte,
en la Revista de Filoloxía Asturiana,
volume 16, añu 2016 (páx. 63-87).
Ediciones Trabe. Uviéu.

Palabras previas: el exemplu de la solidaridá vecinal

Los términos y topónimos que siguen son sólo un ejemplo. a modo de muestrario improvisado, de la cantidad de palabras y topónimos que recuerdan la vida solidaria en cualquier pueblu, tiempu atrás. También se decía aquello de "tsugar piquinu, infierno grande", ciertamente. Pero, más allá de rivalidades personales, estaba la obligación ineludible de ayudarse a diario para sobrevivir: no había otro remedio; con mejor o peor ceño, todos dependían de todos. Lo dicen las palabras.

Ya desde que rompía el alba, la costumbre era observar por la ventana las casas del vecindario: si afumaban las chimeneas, si ya había güelga en la nieve para atender al ganado, si sonaban las madreñas por las pedreras... Se preocupaban por la salud social de los vecinos. Expresiones como "dir catar fuíu", dicen bastante: la necesidad de ir a buscar unas ascuas de la noche para encender la lumbre propia, como hacían los más pobres hacia la casa de los más pudientes, para ahorrarse unas cerillas inaccesibles para tantos.

La vida en solidaria vecindad continuaba cada día, en cada estación del año: estaferias para arreglar caminos, andechas para el trabajo en los sembrados, en la recogida de la yerba, en las cosechas de los cereales, en las subidas y bajadas de las cabañas en los días de las brañas... De ahí tantas palabras y topónimos: El Asiintu los Vaqueros, La Pousa, El Xugu la Bola, La Plaza la Vecera, El Toyu Tabaqueru...

Cuando ya bien sabían los nativos de los pueblos que un producto siempre es mucho más rentable que la suma de las partes o las fuerzas

Porque, ciertamente, bien sabían ya los nativos de las montañas que una suma, social en este caso, no es lo mismo que un producto: 5+5, 10+10..., suponen mucho menos que 5x5..., 10x10... No hay más que echar cuentas. Por ello, se trabajaba tantas veces en comuña, por turnos, juntos para cada familia, comenzando, tal vez, por los más necesitados, por acuerdos familiares, por proximidad... Hasta palabras como ayuntamientu, conceyu..., sólo significaron en sus comienzos "ajuntamiento, conciliación, concilio..." -quién lo diría ya...-.

Y sin más ferramientas que sus fesorias, gadaños, su inteligencia natural y sus propias manos; y así nos dejaron preciosos paisaje que disfrutamos hoy: erías, cortinales, tierras de sembrados, caminos reales; o camperas en las mayadas, cabañas, caleyas, hórreos conservados...

A ver cómo los dejamos nosotros a los siguientes, con tantas ferramientas y motores, con tanta intelixencia artificial: los matorrales, los xabalinos, los incendios..., ya pasean hasta por las playas, las avenidas, las autopistas... Igual sigue haciendo falta, más bien -sigue siendo imprescindible..., de momento-, aquella inteligencia natural, social..., que se tradujo al paisaje heredado por nosotros.

Pues muchos siglos antes de facebook o twitter, la xente ya vivía en red: la red social del pueblu entonces, claro

En fin, como homenaje a tantos homes y muyeres que, durante siglos construyeron nuestros paisajes y pueblos asturianos, sirvan estas palabras y topónimos tan solidarios. Y, si fuera recordándolos ellos y ellas mismas en sus propios pueblos o sus residencias actuales, homenaje al completo: ellos nos enseñan valores sociales, y los demás aprendemos.

Pues unas cuantas lecciones nos quedan por aplicar para sobrevivir todos con recursos más racionales: unos y otros, pero mucho más allá de nuestras reducidas montañas. Pues el pueblu, los pueblos, ya son universales. El "efecto mariposa" que nos parecía sólo un juego publicitario, ya lo asoleyan bien las redes, prensas, teles y similares. Ya no es sólo la red del pueblu: aquella era más bien el modelo inicial.. Sirvan unos cuantos ejemplos en cualquier conceyu.

léxico asturiano
topónimos y usos comunitarios
aguañal abrir los aguañales (en comuña), con turnos de riegu acordados por fincas
aguatochu arreglar los aguatuchos (en comuña), para el riego a las fincas
andecha dir d'andecha (prestación múltiple), por orden de necesidad según familias
antroxo antroxar, dir d'antroxu por las caleyas
asientu,
esperas
L'Asiintu los Vaqueros,
El Quentu las Esperales,
La Cruz de los Vaqueros
El Cuetu las Mentiras
ayuntamientu La Plaza l'Ayuntamientu
bebederu El Bebeíru,
El Bebederu
becerreras Las Becerreras
bolera La Bolera los Moros
El Xugu los Bolos
El Xugu la Bola
borroná La Borroná,
Bornacil
bovias Les Bovies,
La Bovia
bravu El Breu,
Los Bravos...
celeyos,
caleicho
El Caleyón de los Tsobos
El Caleicho los Tsobos
caleya La Caleya
carbas Carbaseronda,
El Carbuitu
catar fuíu,
dir catar fuíu
las familias más pobres acudían a por unas brasas cada mañana, para encender su lumbre del llar con las ascuas de esos vecinos solidarios más pudientes
cavá Los Cavaos,
La Cavá
cestada dir con la cestá (donativo por parto)
comuñas Les Comuñes,
La Cumuniá
conceyu La Plaza'l Concecho
cortina La Cortina,
As Curtías
cruces, crucinas La Crucina,
Santa Cruz,
L'Ancruceya
La Cruz de la Vieya (de la calzá vieya)
cuadriella Les Mediescuadrielles
derrota Los Derrotos
diagüeis El Diagüeis
ería, eira, eiros Irías,
L'Eiru,
Valderías
esquisa Entelasquisa,
La Plaza l'Asquisa
La Barbacana
estaferia
sestaferia
sustiferia
el viernes (sextu día de la semana)
dir d'estaferia (trabajos de vecindario)
facería a facería (intercambio de pastos)
filangueru dir de filanguiru (conversación vespertina)
formales espacios dedicados a las viñas (zona occidental)
gabita La Cuesta las Gabitas
horro L'Horro los Probes
llaguna La Tsaguna
llavaeru El Tsavaíru
manga La Manga'l Puzu
mantenencia El Preu la mantenencia
mayáu El Mayéu,
Mayavieya,
La Machada
mediescuadrielles Les Mediescuadrielles
mesqueiru El Picu'l Mesqueiru
otseras
odres
La Fonte la Otsera
El Colláu las Mantegas
La Vega las Mantegas
El Vallicu Desnatar
La Fuente l'Odre
oxas Las Oxas,
L'Oxigu
pibidal La Pipera,
El Pibidal
plaza La Plaza
polea La Polea
potril El Potril
pousas
poisas
La Poisa
El Posaúriu
La Posa'l Tabaco
prestación El Camín de la Prestación
pozu llobos El Puzu Tsobos
Pozobal
La Manga'l Puzu
El Chorcu Corona
Armá
La Trapa
L'Escuchaíru
probes L'Horro los Probes
Quentu los Probes
Preu la Mantenencia
salía misa Entelailesia
suertes Las Suertes
tabaco La Posa'l Tabaco
vecera La Plaza la Vecera,
Mamacabras
viveru El Viveru,
Vivirino
Llantero
xatera La Xatera
xitu El Xitu
xuegu El Xugu la Bola,
La Bolera
xunta vecinal La Plaza la Xunta
La Plaza'l Concecho
zaguán El Zaguán
zarrá Les Zarraes

FICHA toponímica: un trabayu a medias entre vecinos, vecinas (xóvenes, medianos o mayorinos) y aficionaos a los topónimos en boca de nativos; nota de gratitud.

a) La recoyía de topónimos con la memoria, individual y colectiva, en los pueblos: una grata estaferia a medias entre nativos y estudiosos de los nombres del terreno, con el peligro de perderse tantas veces

En la mayoría de las ocasiones, a la vista y al oyíu está que todos los nombres significan algo: no hay un solo nombre de un prau que se haya puesto al azar, porque sí; otra cosa será saber por qué se llama así tantos años, siglos..., después. Pero, en una inmensa mayoría de casos, el nombre está más o menos claru: ya lleva el significado en las palabras de las caleyas.

En otros casos, el misterio sigue en parte, por muchas razones: nombres únicos, transformados con el tiempu, personas, antropónimos, propietarios, villas romanas, germánicas… Hay que cavilar más, y, a veces, ni con eso: Uviéu, Xixón, El Tiatordos, Maciédome.... Pero comencemos por los nombres más trasparentes.

Por ejemplo, si se llama L’Acebu, será porque tenía acebos, que se usaban para tantas cosas en la vida rural de entonces; si se llama La Tsaguna, La Tsautsina, será porque había o hay una laguna; si se llama, Agüera, Güeria, El Fontán, Fontanietsa, Veigatsagar…, será porque hay agua tamién. Y lo mismo El Teixedal, Salgueiros, Sabugal…, porque había teixos, salgueros, sabucos, el xabú… Pero cuando los antiguos ponían nombre a un sitiu, era por algo.

Mi experiencia toponímica por los pueblos, brañas, cabañas..., durante muchos años

En resumen, una entrañable actividad compartida, siempre me resultó muy grata durante años, lustros, décadas ya…, aquella de recoger los nombres del terreno que recordaban en los pueblos de cuando ellos y ellas eran jóvenes; los nombres del pueblu, de los montes, de las brañas, que escucharon a sus padres, güelos, güelas, vecinos y vecinas mayores o no tan mayores.

Las formas de recoyer nombres fueron muchas las que fui utilizando desde los años setenta, y con mis escasos utensilios de aquellos tiempos: libretina en mano, bolígrafo, cámara fotos en la mochila…; poco más, tan lexos del GPS, el móvil, el ordenata, la tablet… En ocasiones dexaba una libretina a alguien pa que, cuando se aburriera, me apuntara los nombres unu tras otru, sin más: ya los descifraría yo después.

Y así me pasaban algunas libretinas, papelas sueltos escritos a mano que guardo en mis archivos como si fueran letras de oro… Impagable favor de tantos paisanos y paisanas para mis diccionarios y trabayos, que tamién tengo apuntaos en el ficheru correspondiente con sus nombres en cada caso.

Hasta llegar a unas fichas de orientación para los que recoyían y querían entender el significado de un topónimo

Con el tiempu, y para facilitar esa recoyía compartida de los paisanos y paisanas, fui elaborando unas fichas de orientación, que les dexaba en una fueyina, sólo como guía pa que les resultara más fácil ya a ellos y a ellas mismas; y por si querían ya adelantar un poco lo que podría significar un topónimu.

Me lo agradecían tamién, pues ya se daban cuenta de que sabían mucho más de lo que creían: ya entendían un poco mejor, nombres en los que nunca habían cayío, después de patearlos tantos años. Una actividad compartida luego, cuando iba a recoyer las libretinas, las fueyas sueltas, las fichas… El cafetín y los suspiros cerraban muchas tardes que se podían alargar sin cuentu de las horas…

Así fui diseñando, perfeccionando, una ficha que, hoy mismo, doy a cualquiera que le guste recoyer nombres de muchas formas: personalmente, en familia, en centros sociales, en los chigres, en filangueros improvisados…

Un trabayu comuñeru completu: todos aprendemos de todos, a la hora de explicar un nombre

Una actividad, de paso, que nos beneficia a todos: a ellos y a ellas, porque les sirve para practicar la memoria, mejorar su autoestima recordando cosas de su infancia; o para no aburrirse en las noches largas del invierno; o tener de qué hablar con los vecinos y vecinas del mismu pueblu o de los pueblos vecinos, recordar años mozos y mozas, con los trabayos por los praos, por las brañas, por los caminos del monte…

Y, a los demás nos sirve, y mucho, para estudiar todos esos nombres después, cuando nos dan las fichas, reconstruir las etimologías, la historia del pueblu, las costumbres comunitarias para sobrevivir tiempu atrás. Pero, sobre todo, nos sirven a unos y a otros, cuando volvemos al pueblu y nos reunimos en conceyu, en filanguiru, para la sesión compartida: explicarles el significado y responder a las preguntas que nos hagan.

Y que sepamos contestar, claro, pues, a veces se resisten algunos nombres. Los cafés y suspiros de estos filangueros, inolvidables también.

b) Un nombre del lugar, el topónimo: qué podemos decir cuando contemplamos en directo su paisaje concreto

  1. ¿Quién es el protagonista del paraje, el nombre del sitiu al que nos referimos?: el nombre del que hablamos, el topónimo, el nombre de un sitiu cualquiera, por pequeñu que sea

  2. ¿Qué es ese lugar?: un pueblu, una caleya, un barrio, un caserón, un prau, una tierra de semar, un monte, una peña, una fuente, un mayáu, un puerto, un camín...

  3. ¿Dónde está situado el topónimo?: en qué pueblu, en qué monte, junto al río, orientado al sol, sombríu, al lado de un camino que va desde... hacia...

  4. ¿Cómo es el terreno, el suelo que señala?: pequeño, grande, qué extensión tiene (más o menos...), pendiente, llano, pedregoso, abundante en agua, más bien secano...

  5. ¿Por qué se le pondría el nombre al sitiu?: porque tiene estos árboles, produce estas plantas, tiene mucha agua, es barrizoso...; dicen que alli había antes un...

  6. ¿Cuándo se pondría el nombre al paraje?: lo escuché siempre a mis güelos y güelas...; lo pusieron cuando ficieron la carretera, cuando abrieron una mina...

c) A modo de un ejemplo de topónimo encontrado y del que vamos a hablar: L’Acebu, La Virgen del Acebu: la importancia inmemorial de los acebos para el uso animal y humano.

Los acebos, arbolados de hoja perenne, fueron siempre imprescindibles en los pueblops, de montaña, sobre todo; por ejemplo, aunque de forma indirecta, suponían para los nativos la base de alimentación cada mañana; las ramas de los acebos eran el alimento seguro para el ganado todo el año (cabras, vacas…), pero sobre todo desde el otoño a la primavera; y, en consecuencia, quedaban asegurados los productos derivados de esos animales, entonces para la familia: la leche, el queso, la cuachada, la manteiga....

Por eso las familias menos pudientes, sin fincas mayores privadas para la yerba y las paciones, agradecían en especial el acebo, los acebales verdes todo el año; un árbol montaraz al alcance de cualquiera entonces.

De ahí habrían surgido tan arraigadas tradiciones, leyendas, fiestas, rezos, cultos, ofrendas, romerías, donativos..., que, si bien transformadas, podemos contemplar hoy mismo en torno al Santuario del Acebu, con su festividad anual en aquellos altos tan vistosos sobre las brañas y valles circundantes. Coplas, leyendas…, atestiguan una tradición oral tan arraigada en los pueblos de Cangas.


Foto del períódico La Voz de Lena (Avelino Llera)

En fin, la historia real de los pueblos.

"... la historia local, de validez tan firme y fuerte como la Historia Universal...; la única base firme para poder escribir historias generales o universales...; sólo la pueden hacer los hijos de la tierra que han vivido en contacto y cercanía continua con la misma.

Tiene la dificultad de su difusión que suele ser limitada y difícilmente asequible, por lo menos hasta la llegada de la “era de la red”, que como es bien sabido aún tiene mucho que hacer"
(Antonio González Blanco)


Foto: no había otros motores camino de las brañas, por las mayadas, entre las cabañas...