Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
Etiquetas, palabras clave, tags: Xulio Concepción Suárez, autor, etnografía, etnolingüística, etnotoponimia

"Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.

Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros".

(León Felipe)

El autor de la web

A) Autor de la páxina:
Xulio Concepción Suárez:

publicaciones, datos, currículo...

B) Publicaciones del autor por fechas: libros, artículos de revista, capítulos, colaboraciones en obras colectivas... (algunas lecturas en PDF)

C) Currículum actualizado (en PDF).


Foto: compartiendo la cabana. La memoria del paisaje: los habitantes de las cabañas, algunas con las puertas cerradas, esperemos no sea para siempre: aunque nos quedan sus palabras, el lenguaje habitado de la braña


Foto: la mayada pastoril. La pastora que nos explica el proceso del "quesu gamonéu" en los días del veranu en la mayada: la hora de mecer, colar minuciosamente la lechi, echar el cuaju, amasar, desorar nel arniu con el presugu, ponerlo a secar, llevar a la cueva... Las muyeres cabraliegas, con tanta cultura quesera en la memoria y en en ingenio de las manos.

Foto: la hospitalidad en las brañas. Los pastores al atardecer: con los perros reunidos al par, tal vez, como hacen sus dueños, intercamiando sus informaciones de rastros por los altos también...


Foto: la información en las cabanas. La tertulia diaria del vaqueru de paso ante las cabañas vecinas: intercambio de informaciones, recaos, encargos a la familia en el poblado..., tantos años antes del móvil, guasap y similares; la comunicación vaquera y solidaria lejos de casa.

Foto: vaqueros y cabanas. Aparexando para la vuelta a casa, cada fin de semana: pero, el domingo al atardecerín, de nuevo en la cabana. Nunca se irán del todo, mientras haya piedras talladas, murias levantadas a mano o ya dispersas entre bardiales; sabrosos topónimos colgados entre breñas, sendas, palazanas, o bucólicas camperas animadas con ganados.

Nunca se fueron los vaqaueros y vaqueras de las brañas: nos quedan tantas y tantas andaduras de mayáu en mayáu - a veces con moyaúras incluidas-; serpenteando de risco en risco entre las peñas; o en filanguiru de velada en velada al mor del fogón y del pote en las plegancias, con la nublina ya apigazando tras la puerta y el tsuciru la cabana.

Foto: coyendo pan en andecha. Pues en los días de las brañas había que compartir otros trabayos en casa; por exemplu, la coyeúra de la escanda, siempre en colaboración con las muyeres del pueblu que andaban en andecha: unos pa otros, pa facer la coyeúra del pan más tsevaera


Foto: el día la esfueya, la esfoyaza, enriestrando. O con el tiempu de las esfueyas comuñeras: espanoyar, esfoyar, apurrir, enriestrar..., el maíz pa colgar nel horro; el pan del año, al lado de la escanda, pa facer las farinas, los tortos y las tortas, las boronas y boronos, los botsos, las botsas, las casadietsas de Navidá, las pegaratas de Pascua, las fogazas de tul año...


Foto: caminando con los cinco sentidos, por supuesto. Y hasta discutiendo la estratexia de unos grillos que ficieron el furacu mirando al sol: comprobao con la brúxula, xusto al sur, sureste...; nun sería por casualidá, por supuestu...


Foto: posando pa la semeya tras la xubía. Nel picu la Pena, Ubina, a la espera merecida del bocata...


Foto: ya nel mismu picu. Celebrando la escalada, por fin..., un día de calismas sobre las brañas: hasta con móvil y todo ya en estos tiempos...; con lo que presta oyer el xiblíu suaviquín del vientu a ras del suilu...; o el silenciu más sonoru de los precipicios y los abismos calizos de alreor...

Foto: pastores y sus perros. Porque, en definitiva, la lectura de un paisaje por cualquier conceyu asturiano, o mucho más allá de fronteras y montañas, nunca sería completa -con los cinco sentidos y alguno más...-, si no fuera por la conversación, las informaciones de los nativos, los lugareños del momento; léxico, nombres del paraje, costumbres, sentimientos más o menos personales o sociales, solidarios..., laten bajo cada una de sus palabras usuales, de sus topónimos locales, tantas veces sólo escritos en el otro zurrón de su memoria meilenaria.

Foto. El crepúsculo en la montaña, con la niebla en sala.

ANOTACIÓN fotográfica