Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

"En los nombres de los ríos, montes y lugares, escuchamos efectivamente ahora la voz lejana de los pueblos que nos precedieron sobre nuestro suelo... porque esos nombres vienen, por densa tradición, de boca en boca, desde los labios de aquellos antepasados prehistóricos hasta nuestros días"
(R. Menéndez Pidal)

El paisaje toponímico de Villanueva
y otros nombres de Santu Adrianu

Resumen de la charla
organizada por la Asociación Socio-Cultural La Ponte
(Villanueva de Santu Adrianu),
a cargo de Xulio Concepción Suárez
(El Sabil, 17/11/2012)

0. Palabras previas

Comenzando por los primeros pasos: aprender desde el paisaje

Resulta ciertamente confortable esta oportunidad de compartir unas palabras con una asociación local como ésta de Villanueva y Santu Adrianu, que tratan temas tan entrañables de nuestra toponimia asturiana. Es de agradecer el trabajo incansable de Jesús y sus colaboradores/as en la investigación de estos valles, en unos tiempos en los que hay dinero asgaya para los mítines políticos de siempre, pero ni migayas para los que se esfuerzan por mantener vivos los pueblos, sus poblamientos, sus productos y sus ingenios rurales, con los que durante tantos milenios tuvieron que sobrevivir en el rigor de las montañas.

Por esto mi admiración hacia vuestra labor social (muy constructiva, educativa), y mis deseos de que sigáis investigando vuestro conceyu, como ese gran libro abierto en el paisaje, desde hace ya muchos siglos atrás. Todas las asignaturas de una escuela, de un colegio, de una universidad, están escritas en las páginas de estos mismos valles: Geografía, Botánica, Historia, Tecnología, Física, Química, Música, Religión..., suponen la parte práctica de las teorías que se estudian en los libros y apuntes tras los pupitres de cualquier aula.

Hoy, la informática y las nuevas tecnologías pueden conectar mejor estos dos campos (el teórico y el práctico), sólo en apariencia tan enfrentados a veces.

Cuando los topónimos se van también de los lugares

Ya desde bien pequeños, los nativos de cualquier pueblo, por rural que sea (y cuanto más rural, más despiertos los sentidos), tienen esa oportunidad de aprender directamente sobre terreno, y, especialmente, si la escuela y los mayores los orientan hacia ello. Yo también viví aquel paisaje rural desde bien pequeño en mi pueblo lenense de montaña, y ahora lo disfruto doblemente con el lenguaje toponímico que fui descubriendo después: ese mismo lenguaje de las caleyas con el que los nativos de los pueblos fueron describiendo cada palmo de terreno que les servía para una función concreta.

En vuestro valle podéis ver vuestros ejemplos más trillados: Les Felechoses, para recoger los felechos para el abono; Llindalaspavías, para cuidar aquellos sabrosos piescos más finos, sin pelusa; Las Xanas, para vivir con ilusiones también... Para algo están las palabras del suelo: la pena es que cada vez nos quedarán menos, si no las recogemos a tiempo.

Con una última palabra a veces: la de los nativos de los pueblos

En fin, el esquema que tenéis entre las manos sólo pretende ser una guía que os oriente un poco en la interpretación de los nombres que bien conocéis desde siempre. Pero, en realidad, sólo es una guía por campos de clasificación: todos los nombres fueron puestos por una razón entre los usuarios en su día. Algunos son indudables, pero otros pueden tener varias referencias en el origen según sus diversas circunstancias (los famosos homónimos, forma igual, sentido diferente).

En unos cuantos, incluso, sólo vosotros tendréis la última palabra, pues bien podréis justificar si se trata de una forma del terreno, de un uso comunitario, de un posesor...: Buyera, El Teigón, Barboléu, Cazalamula.... Ésta es la gracia (y el misterio, a veces) del lenguaje familiar del suelo: el motivo para seguir cavilando y descubriendo la historia local de cada territorio habitado, pero con tantos milenios y peripecias detrás. Toda la vida de un lugar descrita en sus topónimos.

1. Anotación toponímica.

A poco que escuchemos a unos lugareños en conversación ordinaria, cuando reflexionamos un poco sobre el uso que hacen con sus nombres de lugar, llegamos a la conclusión de que la toponimia es un lenguaje: para ellos los nombres de sus fincas, montes, caminos…, son un aspecto más de su lengua asturiana en cada zona, o más o menos castellanizada según los casos.

El inmenso mosaico de nombres que recubre las caleyas de un pueblo, las laderas del río, los altos de sus montañas…, forma todo un denso diccionario oral que no tiene desperdicio por los matices que incluye a cerca de la vida del pueblu, del valle, del conceyu. Basta escuchar a los nativos y nativas de los pueblos, aunque mejor apuntamos esos nombres, pues se acabarán borrando del paisaje, si es que no se recogen y escriben antes.

Ese lenguaje toponímico es, por tanto, un aspecto más de la forma que tuvieron de comunicarse nuestros antepasados, desde remotos tiempos preindoeuropeos hasta nuestros mismos días. Dice el autor francés Éric Vial que entre los años -20.000—30.000 a. de C., se pueden suponer los primeros nombres que aquellos paleolíticos aplicaban al terreno para diferenciarlo según sus cualidades, usos, funciones: lugar de plantas, animales, aguas, supuesta estancia de los dioses…

Por tanto, ya desde tiempos preindoeuropeos, los nativos o los que llegaban de paso, iban dando nombres al suelo según ellos lo contemplaban y usaban para comunicarse entre sí.

Un lenguaje enriquecido con los siglos y sus innovaciones tecnológicas en cada tiempo. Ese gran mosaico de palabras del terreno (cientos, miles…, en cada pueblo, monte, valle…) lo fueron completando cada una de las culturas que vinieron detrás sobre el mismo territorio habitado: indoeuropeos, celtas, germánicos, romanos, cristianos, árabes, medievales, renacentistas…

Y hasta hoy mismo seguimos poniendo nombres al terreno que usamos (o contaminamos): L' Aparcamientu, El Merenderu, L'Astación, El Campo Fúbol, El Basureru… El lenguaje toponímico es otra forma complementaria de comunicación en todo tiempo, y seguirá creciendo (menguando a veces) mientras se use el terreno para funciones distintas.

2. Un lenguaje toponímico universal, globalizado, glocalizado,
que se dice ahora

En consecuencia, analizar el lenguaje del suelo en un pueblo supone descubrir su pequeña o gran historia: su vida interna escrita con palabras orales por cada una de las culturas que se fueron sucediendo como pobladores o invasores del paraje.

En los nombres del pueblo está tallada oralmente la vida diaria de miles de generaciones: sus lugares de la vivienda, las zonas del agua, los diversos frutos, los sembrados, las costumbres comunitarias, los peligros del terreno, los caminos, las zonas húmedas y secas, los lugares de culto, los posesores o usurpadores del terreno, las leyendas, los mitos… La vida misma de un poblamiento: la intrahistoria del pueblo, que decía Unamuno.

Sirvan unos cuantos ejemplos de Villanueva, algunos (la mayoría) con resonancias mucho más allá del pueblu y del conceyu. Las mismas raíces toponímicas, a veces incluso los mismos nombres completos, se dan en la parroquia vecina, en el pueblo de al lado, en los montes las brañas de otros conceyos, en otras partes de la geografía peninsular, en otras lenguas, en otros países con sus versiones idiomáticas correspondientes.

Pero las raíces son las mismas: palabras como villa, nava, barro, mata, abedul, límite, cruz, helechos, bustio, viña, cal, malatu, cortina …, las encontramos disfrazadas con otros fonemas y grafías, si nos fijamos un poco en los letreros de carretera cuando viajamos por Asturias, o vamos a otras regiones o países mucho más allá de estas montañas y fronteras regionales.

El lenguaje toponímico es local: viene a traducir la misma historia milenaria de los nativos. Pero tiene una dimensión universal: es la historia del poblamiento humano en cada valle, en cada braña, en cada pueblo concreto, en cada barrio del pueblu mismu.

Esquema de trabayu,
por campos de formación a lo largo del tiempo

•  Alturas

•  El Mogote

•  Los Picaratiellos

•  prerr. * m-k- (saliente, colina)

•  céltico, * pikk- (punta de montaña, peña)

•  Formas del terreno

•  Andrúas

•  Dosango

•  Los Foxacos

•  Los Novalinos

•  Pena Rey

•  Vega‘l Rey

•  lat. antru (cueva); ater , * atrina (ciruela negra)

•  lat. dorsum (espalda), prerr. *-ank- (dimin.)

•  lat. fovea , * foveum (excavación, poza)

•  lat. novus, novalis (nuevo, tierra nueva, roturada)

•  prerr. * rek-, *reik- (riego, arroyo)

•  prerr. (i)baika (vega junto al río), *rek- (riego)

•  Naturaleza del suelo

•  L'Arcellada

•  Los Barrusos

•  Les Llameres

•  La Llerona

•  Los Veneiros

•  indoeur. * arg- (brillante, reluciente, arcillosa)

•  prerr. * barr - (agua, lodazal)

•  ind. * lama - (humedal), celta, * lem - (olmo)

•  celta, * lar- (suelo), lat. glaream (pedregal)

•  lat. venam (veta, filón)

•  Las dimensiones

•  Los Tacones

•  El Valle Grande

•  onomat. * tak - (tacón), gótico, * stak - (estaca)

•  lat. vallem grandem (valle mayor)

•  Posición del terreno

•  Caúzo

•  Les Escaleres

•  Matalladrona

•  Tenebréu

•  La Villa Fondera

•  tal vez, caput ostium (cabeza de la entrada)

•  lat. scalam (escala, escalera)

•  prerr. * mat-t - (matorral), lat. later (lado)

•  lat, tenebrae (tinieblas, oscuridad)

•  lat. villam fundam (villa, parte fondera)

•  Agentes del entorno

•  La Fonfría

•  El Cantu'l Xiblu

•  lat. fontem frigidan (manantial fresco)

•  prerr. * kant - (roca, saliente), sibilum (silbo)

•  Imaginación popular,
matáforas

•  La Berruga

•  El Cabezu

•  El Golipu

•  El Serrón

•  prerr. * barr - (altura, montículo)

•  lat. caput, capitium (cabeza, saliente)

•  lat. gulam (garganta, cuello)

•  lat. serra (sierra, terreno aserrado)

•  Rocas, las piedras...

•  Las Carangas

•  Los Cáscaros

•  prerr. * kar - (roca), prerr. * ank - (curvo)

•  lat. quassare , * quassicare (quebrar, romper)

•  Colores del suelo

•  El Campón del Coloráu

•  Peñoba

•  lat. colorem (colorido, con color)

•  celta, * pi-n- (peña), indoeur., * alp - (blanco)

•  Aguas

•  La Fonte l'Arbiz

•  Llavares

•  La Madrada

•  La Veiga

•  El río Trubia

•  tal vez, celt * vroicos (brezo) / agrum Vitius

•  indoeur. * naw-a (valle, hondonada)

•  indoeur. * m-t-r- (origen), lat. matrem (madre)

•  prerr. (i)baika (vega junto al río)

•  indoeur. * ap-, *ab- (agua), trans (más allá)

•  Plantas

•  Acebos

•  L'Alguera

•  El Picu la Encina

•  El Prunacu

•  El Reboyéu

•  La Violal

•  lat. aquifolium (hoja aguda)

•  lat. alga (cosa menuda, mofo)

•  lat. ilicinam (encina)

•  lat. prunum (ciruela, endrino)

•  lat. pullum (brote), * repullum (retoño)

•  celta, * bet-, *bed - (abedul)

•  Animales

•  Les Bovies

•  Les Cabriteres

•  Las Curuxas

•  Les Raposeres

•  lat. bovem (buey, ganado bovino)

•  lat. capram (cabra)

•  lat. corugia (lechuza)

•  lat. rapum (rabo), de los raposos

•  Vestigios históricos

•  El Cantu Castiellu

•  Castro Mayor

•  indo. * kas-t-r (cortar), lat. catrum (castro)

•  lat. castrum maiorem (fortificación mayor)

•  Viviendas

•  Les Cabañines

•  La Casina

•  Traslatabierna

•  Villanueva

•  celt. * kapp - (capa), lat. capanna

•  lat. casa (choza, cabaña)

•  ind. * tab - (roca), lat tabernam (choza)

•  lat. villam novam (villa nueva, separada)

•  Oficios

•  El Caleiru

•  La Falagua

•  El Pisón

•  La Polea

•  Los Telares

•  lat. calcem (piedra caliza)

•  lat. faber (artesano), fabricam (que produce)

•  lat. pinsare (golpear)

•  gr. polídion (eje), lat. vg. * polidia

•  lat tela (tejido)

•  Costumbres

•  La Cueva'l Malatu

•  La Guariza

•  El Güertu la Sarna

•  La Mesnaoria

•  La Mortera

•  lat. malem (enfermedad, malatería)

•  lat bovem (buey, bovino), * bovaricea

•  lat. hortum (huerto, recinto), lat. sarna

•  tal vez, lat. mansum , mesnada (tropa)

•  lat. morare (permanecer), * mortuaria (m. muert)

•  Límites territoriales

•  Llindalaspavías

•  El Llindión

•  lat. ciudad de Pavía (origen del piescu)

•  lat. limitare (lindar, separar)

•  Caminos, pasos

•  El Bo

•  La Caleya

•  La Crucina

•  Cualvieyu

•  Les Encorceyaes

•  La Rodada

•  El Trabe

•  La Venta

•  prerr. * bad - (vado, zanja, paso de río)

•  lat. callem, callicula (calle pequeña)

•  lat. crucem (cruz, encrucijada)

•  lat. covam (cueva), veculum (camino viejo)

•  lat crucem , * crucicula (encrucijada)

•  lat. rotam (rueda)

•  lat. trabem (madero, viga)

•  lat. vendere, venditam (vender)

•  Brañas

•  La Braña

•  Brañavieya

•  lat. vg. veranea (tiempo de verano)

•  lat. vg. veranea vecula (braña antigua)

•  Rozos

•  Les Bardies

•  Busecu

•  La Escaldaona

•  Les Felechoses

•  La Gorbiz

•  El Mansu

•  La Quemada

•  Valdarrozas

•  prerr. * bar - (agua, orilla, matorral)

•  lat. bustum (quemado), lat. siccum

•  lat. ex calidam (muy quemada)

•  lat. filictum (helecho), filictosa

•  calta * vroicos (brezo)

•  lat. mansum (apacible, domesticado)

•  lat. cremare (quemar)

•  lat. vallem rumpere (romper), * ruptias

•  Productos

•  Llanostruébanos

•  Castañéu del Monte

•  Los Niserios

•  La Collecha

•  Les Viñes

•  lat. planus (liso, llano), germ. * thraúhs

•  lat. castanea , lat. montem

•  lat. myxa (ciruela negra)

•  lat. collectam (recolección, cosecha)

•  lat. vinea (viña)

•  Parcelas

•  Les Cortines

•  La Peada

•  lat. cohortem (recinto, corral)

•  lat. pedem (pie, paso a pie)

•  Personajes

•  Tuñón

•  Valdolayés

•  lat. Antoniu, *Antonionus (posesor)

•  lat. vallem Eulalius, Eulalia (Olaya)

•  Santos, el culto

•  La Capiya

•  Santo Adriano

•  Sabadía

•  lat. capellam (capa pequeña, luego, capilla)

•  lat. Sanctus Adrianus (de Hadria, Adriático)

•  lat. ipsa abadía (la abadía, del abad)

•  Creencia y mitos

•  Las Xanas

•  lat. Diana (diosa de la caza)

Y para terminar, me queda agradeceros este ya casi par de horas que pasamos aquí sin darnos cuenta, todos aprendiendo un poco de todos; ni vosotros caeríais en interpretaciones de algunos lugares por los que pasáis al cabo del día unas cuantas veces; o por los que pasasteis desde guajes tantos años en vuestras idas y venidas a los praos y a los montes; o en vuestros viajes por otros pueblos y regiones mucho más allá de vuestros valles conocidos.

Ni tampoco los que estudiamos más las etimologías podríamos concretar y disipar dudas, cuando las posibilidades se presentan por duplicado: con vuestras descripciones de cada lugar pateado ya podemos avanzar un poco y afirmar seguros para los que vengan detrás.

La toponimia tambiés es cosa de estaferias, de esfueyas comunales, de conceyos vecinales. Como siempre fue para tantas cosas cuando había que vivir del pueblu. Porque en la vida de los pueblos, y sobre todo en el rigor de las montañas, nada tendría que desaparecr del todo: sólo transformarse con los nuevos aires de los tiempos. Gracias a todos y a todas por vuestro saber compartido.