Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
 

Personajes lenenses
podrían ser (son)
toos los homes
y toas las muyeres
que sobrevivieron
en estas montañas
desde los tiempos
más primitivos.

¿...Personajes lenenses?
... todos y todas...
Caún y caúna, en lo suyo y a su modo...,
y nel so tiempu de vivir..., o de sobrevivir..
.

La mayoría de estos personajes
ya se citan o comentan
de diversas formas
en el libro:
Por los pueblos de Lena,
Ayuntamiento, Hifer, 2014
(p. 657s).
Xulio Concepción Suárez.

 

... más que mil, más que un millón, más que muchos millones de palabras... .

Nun faen falta palabras... ¡pa qué!
Pa qué poner palabras a la foto
de estas dos muyerinas
con su fesoria, su encallecida alma labriega
y su mandil raído (el de dir pa las tierras)
detrás de la alambrera.
Sobran aquí las palabras.

 

Foto de La Escuela de La Frecha, gratamente localizada y cedida por Merce y Marisa.
(na escuela, col maestro, años treinta y pico...)
Foto de La Escuela de La Frecha,
allá por los años treinta
gratamente localizada y cedida por Merce y Marisa

Bastante hicieron
ellos y ellas
con dejarnos los pueblos,
por lo menos, como están:
alimentaron fíos,
estudiaron a muchos,
rozaron caminos,
semaron escanda
en los peores canturriales,
aguantaron moyaúras ...

 

(los verdaderos constructores
de nuestros pueblos,
los que tallaron el paisaje actual)

Fundieron muchas lágrimas
con el fumo
de las cabanas,
con la nublina
de las brañas,
y con la inmensa
soledad de las mayadas ...
O emigraron detsos y detsas
sin remediu...
(a la fuerza, vamos...)

 

Trabayaron en silencio
pa los ricos,
llevaron refundios,
abondo,
comieron muchas mostayas,
rezaron resignados,
pagaron diezmos
y primicias
a la iglesia de Dios.

Aquella inmensa mayoría,
nunca sabremos bien
si más silenciosa o silenciada,
con el alma endurecida
al rigor del viento
entre los riscos de las peñas;
sin más herencias ni hacendados,
que ese preciso y precioso
tesoro de palabras
con cadencias asturianas
en cada palmo de terreno. .
.


(pues claro que había que rezar,
echar nel cepu, puyar el únicu gatsón de casa..;
buena falta facía na mesa de casa,
pero había que puyalu pal sentu,
pal cura..., claro)
 

Siempre con la mirada
tendida
al horizonte lejano,
tantas veces
ente la nublina ciega.

 

Siempre con la ilusión
renovada
de construir un aráu nuevu
con meyor reya y oreyas;
o de añadir un día güeis de carba,
pa criar una res más
con que alimentar
tantos mozacos y mozacas,
seguíos unos de otros
como los deos de la mano.

 

Cástor el d'Espineo,
un sabiu de los senderos, de las abeyas,
toda una vida de casería en casería,
de monte en monte...
.

Y así, mañana tras mañana:
de braña en braña,
y de breña en breña,
sin otros recursos
que sus ingenios naturales
y sus manos.

 

También se merecen
una (o muchas) palabras
todos aquéllos y aquéllas
que nos enseñaron
(o nos enseñan)
el valor de la cultura,
el aprecio por la tierra,
y el saber inmemorial
en sus diversos campos.
Aquella ingeniosa estrategia
de seguir progresando
cada mañana. Son los otros personajes
más conocíos y asoleyaos:
científicos, investigadores, médicos
literatos, escritores, pintores, músicos...
Los que también llevan
el nombre del conceyu
más allá de Ubina y del Ceyón.


(en su laboratorio de Biogen, en Boston)

 


(
el arte nos deos del Gaitiru Felgueras)

. ¡¡¡Quién pudiera
facer un libru
con la vida al detalle
de todos nuestros personajes
lenenses de verdá:
los que, desde tiempos
remotos ,
vienen diseñando
estos pueblos,
esta cultura asturiana,
y estos paisajes de Lena
que ahora disfrutamos... !!!

 

Diremos faciéndoyos
esti pequeñu homenaxe
poco a poco...
emprecipiando per d'algunos:
de los que tenemos
más datos
a nuestru alcance..


(vaqueros camín de casa;
foto prestada por Juaninacio el de Zurea)

 

... en homenaje al silencio...
a la vida callada (silenciosa y silenciada)
en cualquier caleya:
la historia real de los pueblos

 
Las lecciones del güilu,
tras la escuela
en cualquier puyu
 

... porque caún fay siempre lo que pue,
lo que sabe facer,
o lo que y-dexan facer...
(... que ya ye bastante ...)

 


Cundo y Canor:
gaitiru y tamboretiru.
Otros dos artistas
con el fuelle, con los deos,
con los pulmones
y con el alma de la música
asturiana.

 

Don César, el Médico de todos:
de La Pola y de los pueblos,
de los ricos y los probes,
del asfalto o de los caminos con barrizales
y munchas xebes que saltar
antes de llegar al enfermo o a la enferma.

Y ello a cualquier hora del día
o de la noche,
varias décadas atrás.
Nun yera César gustosu del "don" en absoluto,
nin lu necesitaba pa ná, claro.
Pero el pueblu siempre quiso que fuera
"don César el Médico".
Por algo sería.

. Don César el Médico.
 

La meyor terapia contra el estrés:
espiricar fabas, escoyer arveyos...
La depre... taba prohibía entóncenes:
nun se podía ún quexar siquiera.
La familia, los nietos, el ganao...,
nun sabía de esperas.

 

Aquella otra inmensa mayoría:
la del silencio y la fesoria.
En homenaje a tantas manos encallecidas,
de tantos paisanos y paisanas
en los pueblos ...

 

(vaqueros camín de casa;
foto prestada por Juaninacio el de Zurea)

Na cabana'l puerto, ente l'arrú,
de arranque pa casa;
foto prestada por Juaninacio
el de Zurea.

 

Felipe el de Bendueños:
un entrañable lugareño,
con aquella prodigiosa memoria
de la historia de las caleyas,
de las vidas ganaderas de casería en casería,
de braña en braña.
Otro sabio de la voz oral,
mucho más allá de los datos puramente librescos.

 
T

Toda una vida
entregada por la paz:
literalmente entregada por la paz,
en cuerpo y alma...
No pudo ser:
NO le dejaron...

 

Comenzaremos, así, por algunos paisanos y paisanas,
de los que tenemos más datos,
de momento, y al alcance del tiempo y de la mano:
(enlaces a las páginas correspondientes)

 


Las manos campesinas inconfundibles
al paso de los años: endurecidas por el sol
y el trabajo diario, encallecidas,
castigadas implacablemente por la artrosis...,
pero siempre seleccionando raíces nuevas,
retoños, frutos en esperanza...
Siempre con el pensamiento
en la proxima otoñada.
.

.

.

 

Vital Aza:
todo un símbolo literario lenense.
 

 

Y con aquellas familias numerosas de antes.


Comida campestre:
después de la pegarata nel prau la fiesta.

(Foto de Alberto Cordero)

En fin, como dice Julio Llamazares:
"El tiempo me ha demostrado que lo que me decía mi madre era cierto: que las personas siguen viviendo en el cielo mientras los que las conocieron miren su estrella todas las noches"
(en Las lágrimas de San Lorenzo)