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Palabras clave, tags: Picu, Urriellu, Naranco, Naranjo, Bulnes, Picos, Europa, etimología

«Por qué me llamas Naranjo,
si yo naranjas no tengo:
llámame Picu Urriellu,
que es mi nombre verdaderu
».

(Copla escuchada en Bulnes)


Pie de foto: El Picu, al atardecer

El Picu Urriellu:
mucho antes que *Naranjo,
entre los pastores y nativos

Extracto del artículo
publicado en el
Diccionario etimológico de toponimia asturiana,
Julio Concepción Suárez,
(pp. 945 s). HiFer, 2014. Oviedo.

1. Palabra.

Otra voz toponímica, con esa raíz muy generalizada dentro y fuera de la región asturiana: tal vez la ‘altura’ en este caso. Cabe también la referencia al agua, aunque no abunda precisamente allí.

2. Entorno.

El Picu Urriellu (ajeno en el nombre al Naranjo con el tiempo) es el peñón que se levanta semitruncado en los altos de Camburero y Bulnes (Cabrales). 2519 m. La impropiedad del nombre Naranjo de Bulnes quedó plasmada en la voz oral, que pronto se apresuran a asoleyar los pastores cabraliegos:

«Por qué me llamas Naranjo,
si yo naranjas no tengo:
llámame Picu Urriellu,
que es mi nombre verdaderu»
.

Con todo, no por forasteru deja de tener el nombre de Naranjo su razón advenediza. Y hay diversas interpretaciones. Podríamos resumir la superposición de nombres con las palabras de Elisa Villa (2004: pp. 8-10):

Guillermo Schulz no llegó a adentrarse en el corazón de los Picos de Europa. Parece que nunca estuvo ni el macizo Central ni en el Oriental" y del Occidental probablemente sólo visitó las zonas bajas.... Con la introducción del término Naranjo de Bulnes pudo ocurrir algo similar, aunque desconozcamos exactamente como se originó la equivocación de Schulz....

Recordemos que se refieren al Urriellu como Naranjo de Bulnes nada menos que Casiano de Prado, Saint-Saud, Fontan de Negrin, Pedro Pidal, Gustav Schulze y otros muchos más que les siguieron. Y, con el tiempo, seríamos los montañeros quienes terminaríamos de consolidar tal denominación.

Pero entre los habitantes de los pueblos de los Picos de Europa el término "Naranjo" no se había utilizado jamás: a esta cumbre las gentes de los Picos siempre la han llamado Picu Urriellu, el Urriellu, o el Picu, y así la siguen llamando hoy día (aunque hay que admitir que la influencia foránea comienza ya a calar incluso en esos ámbitos locales)....

El término "Naranjo de Bulnes" debemos atribuirlo a un despiste o a una confusión de Schulz, una confusión de la que probablemente nunca llegaremos a conocer su origen” ("Los nombres del Naranjo", en Revista VETUSTA, nº 69 (pp. 8-10). Oviedo). .

Por otra parte, en diversos foros digitales recientes, entre montañeros..., aparece la versión de que el nombre Naranjo pudiera ser debido a una mala traducción de Naranco, muy frecuente en regiones próximas, incluso en el mismo Macizo central de Picos.

Y, por supuesto, en el monte de Oviedo. Ciertamente, la raíz *nar- (agua), está presente en diversos ríos y manantiales más allá de estas montañas; hay Fuente'l Naranco, en los altos del Puertu Ventaniella (Ponga), vertiente ya de La Uña; Vega del Naranco (Espinama, Cantabria), Arroyo del Naranco (puerto San Glorio, vertiente de Palencia).


Pie de foto: amanecer con la niebla en sala

Por ello, como opina Luis Aurelio González Prieto, no habría que descartar que la interpretación errónea de Guillermo Schulz se debiera a haber tomado directamente de un mapa el nombre de Naranco en el vecino cántabro Espinama, no tan lejos, a la falda de Áliva y Peña Vieja, sobre la cuenca del río Deva y Fuente Dé (Vega de Naranco, Monasterio de Naranco...); al haberlo copiado mal, la asociación con la palabra más común Naranjo facilitaría su éxito divulgativo, por simple interpretación popular facilona.

La confusión se generalizó con los mapas geológicos del alemán, muy escasos en aquellos tiempos. Como en tantos otros casos de sustitución de nombres,  por nativos o foráneos.

En todo caso, por tanto, el nombre forastero pudo reforzarse con los tonos de la peña: a la caída de la tarde, contrasta fuerte la coloración dorada de la roca, que se vuelve con las horas entre amarillenta y rojiza, respecto al contorno calizo de Los Picos.

Las sombras van ascendiendo por la cara que da al poniente, al ritmo que el sol se va ocultando tras la figura proyectada por los crestones de Los Albos y El Neverón. Al final, sólo reluce el vértice truncado del picacho; y, luego, la silueta opaca de Urriellu en el crepúsculo.

Pero Urriellu es también (relativamente) un ‘lugar de agua’, aunque muy escasa, en la cara oeste de la caliza: otros manantiales quedan ya bastante más abajo, en Camburero, en El Colláu Vallejo o en La Canal del Agua (con muy poco por cierto, y lejos, en plena calisma otoñal).

Y, sobre todo, esas escasas aguas de Urriellu no se agotan ni en las mayores escosuras del estío o del otoño más caluroso. Muy apreciado el dato por pastores y ganados en aquellos altos calizos. Hoy, con el depósito mayor, no hay problemas de abastecimiento en cualquier época.

Raíz, en fin, oronímica: en relación con la altura; o hidronímica: en relación con el agua. Menos naranjos, de todo un poco hay en el contorno de Urriellu.

3. Campo toponímico.

Los Urrieles: conjunto de peñas tras Urriellu, entre Los Horcados Rojos, Los Boches, El Tesoreru… Tsandurriu es un rellano somedano en alto, sobre Vitsar de Vildas, limítrofe con Cangas del Narcea y Xanestoso: es el más alto de aquel entorno entre Los Tableiros, El Cabril… Habría que añadir los abundantes Picu l’Hurru, L’Horru, Horria…, y otros de la toponimia europea.

4. Etimología.

Citada raíz prerromana *ur–r–, *or–r–, griegoóros (‘colina, altura, montaña’), que sostiene José Manuel González, Rivas Quintas, J. Martínez… (interpretación oronímica); o *ur–r– (‘agua’), de P. Celdrán y otros (interpretación hidronímica).

Barrenegoa cita formas vascas del tipo ur, ura, con referencia al ‘agua’ también. En algunos casos tal vez la ‘altura’ quede desplazada al ‘agua’, que también fluye bajo, aunque escasa, el pináculo.

El sufijo diminutivo –ěllum se considera latino, pero se supone como de origen ya ligur (–el–l). Se aplicaría a un peñón, tan pequeño en altura y tan largo en horas de escalada: poco más de 500 m (pal caso, ná…), pero muchas horas (10-12…) de escalada. Parece un ejemplo más de latinización de raíces prerromanas ante el paso y el peso de la nueva cultura sobrepuesta.

5. Resumen más reciente

En fin, un caso más de la evolución toponímica de un nombre con el paso de las culturas, las interpretaciones y asociaciones (populares o no) con los tiempos. Así resume Marina Gurruchaga las interpretaciones diversas en el proceso posible de creación de un nombre nuevo a partir de uno antiguo, que se vuelve incomprensible para algunos usuarios:

"El conocido fenómeno de «etimología popular», consistente en el «procedimiento lingüístico a través del cual el hablante trata de explicar una palabra imprecisa, dudosa, de difícil integración en su competencia, relacionándola, mediante una reinterpretación tanto formal como semántica, con otras conocidas», encuentra su ejemplificación en la conversión del hidrónimo «Naranco», correspondiente un sustrato del indoeuropeo que ya no era comprendido por la población local, en una palabra de uso habitual, «Naranjo» –al margen de supuestas emigraciones a Sevilla de los naturales del país–, primando de esta manera finalmente, como dice X. Concepción, la perspectiva comunicativa en la creación de los topónimos de los Picos, destinada a garantizar la supervivencia en el duro contexto de la vida de la Peña” (p. 43).


Pie de foto: El Picu y Los Urrieles

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